Día Uno


6 a.m abro los ojos, aunque no dormí mucho no me siento cansada ni quiero seguir durmiendo es hora de empezar. Estoy en mi cama, en mi casa en Concepción de Tres Ríos… ya no es un cuarto de un apartamento alquilado a la vuelta de la U… llamo a mi perro… todo es diferente … nada importa es el día uno.

Busco la misma ropa que hace 6 años, un poco más de uso y será transparente, un par de labores domésticas y es hora de salir.

A pesar de que es marzo el cielo está como si fuera octubre, al salir de mi casa llueve y el frío me hace temblar, dudo que alguien más se vaya a levantar así, pero yo… yo estoy empezando y allá voy.

Mis pies en la acera de la U, frente al quiosco que está cerrado… aún no empieza el semestre. Al frente la panadería de los “soup-nazis colombianos” está abierta y al recordar la falta de aire y el mareo por el esfuerzo físico me decido a desayunar… es el primer día pero aún así no quiero que me falte la fuerza… un yogurt y por los viejos tiempos un “rocs de nuez” o como se escriba :P

Y ahora sin más tiempo para pensarlo, ni más que hacer hacia el edificio Saprissa, una cara conocida y muchas nuevas muy emocionadas por estar ahí, preguntándose como será ? que pasará ? Y yo intento olvidarme de todo y preguntarme lo mismo…

Abren la puerta… un grito por dentro para lograr entrar… ahí no ha pasado nada… como si nunca hubiera entrado.

Finalmente frente al espejo, casualmente en la misma esquina que hace muchos años me senté preguntándome entonces genuinamente como será? lo lograré? , intento no ver las gotas de sudor que en otras ocasiones han quedado en ese piso. Mi imagen un poco más vieja, canosa, cansada pero nunca es tarde para empezar…

Inicia la clase… y entonces mi cuerpo me traiciona… se acuerda de todo… y todo nos duele…

0 comments