Una historia de problemas sistémicos


En general, creemos que todos tienen las mismas oportunidades de triunfar dentro del mismo sistema. “Puedes ser lo que quieras, lograr lo que quieras siempre y cuando trabajes duro” nos dice siempre el llamado sistema de la meritocracia, cuando la verdad es que no podemos pretender que estemos siquiera jugando la misma cosa.

El libro White Fragility de Robin DiAngelo me enseñó mucho sobre problemas sistémicos, sobre lo difícil que es entender que no podemos escapar del sistema, especialmente si el sistema nos beneficia. Porque que el sistema nos beneficie no quiere decir que no tengamos que trabajar, pero sí quiere decir que hay muchas ventajas que no podemos ver, porque las damos por sentadas y creemos que todos las tienen.

Permítanme darles un ejemplo de una feria profesional para adolescentes en la que una vez fui mentora. Una de las chicas me preguntó cuántas acciones debería esperar al unirse a Google. ¿Cómo funcionan los bonos adicionales al salario? ¿Y cómo negociar su salario? Otra chica preguntó cómo podía convencer a su papá de que la ingeniería no era cosa de hombres y que la razón por la que ella quería ingresar al campo era porque era una buena opción profesional para que la dejaran estudiar.

Honestamente, ¿quién creen que navegaría mejor la “meritocracia” en Google si ambas consiguieran un trabajo ahí? ¿Su arduo trabajo realmente se pagaría al mismo ritmo? Sí, pueden decirme: “Adriana ¡la vida no es justa! Cada uno de nosotros tiene que jugar con las cartas que se nos dan”, pero manteniendo la analogía de las cartas, el sistema funciona de tal manera que ciertos grupos de personas tienen en su mayoría cartas que apestan, para esas personas las reglas del juego cambian sin previo aviso y a veces se siente como si estuvieran jugando un juego completamente diferente.

Por eso creo que aquellos que quieren una industria inclusiva, aquellos que tienen el poder de efectuar cambios, tienen que de forma consciente, personal y explícita a ayudar a las personas de las minorías.

Entiendo que puedan estar pensando: ¿No deberías estar sugiriendo que simplemente tratemos a todos por igual? O quizás estén pensando: brindar ayuda explícita a grupos tradicionalmente con poca representación les daría una ventaja injusta! Y si alguien está en uno de esos grupos de minoría, podría estar pensando: “Puedo y quiero solo hacerlo por mi cuenta. No quiero, ni necesito un trato especial, no quiero que mis compañeros de trabajo piensen que no obtuve mis logros exclusivamente por mérito.” Pues yo pienso lo mismo. No puedo soportar otra conversación sobre bajar el nivel o la calidad profesional por ser “inclusivo”.

Pero les pido que suspendan la incredulidad y acepten por un minuto la premisa de que las minorías necesitan ayuda adicional. Acompáñame en un viaje de una lista incompleta de escenarios que desearía que se hubieran desarrollado de manera diferente. Una lista que describe la ayuda que yo hubiera deseado. La ayuda que si se brinda a las personas que la necesitan, crearía un lugar de trabajo inclusivo.

xkcd comic

amenaza del estereotipo se refiere a estar en riesgo de confirmar, como una característica propia, un estereotipo negativo sobre el grupo social al que uno pertenece (Steele & Aronson, 1995) . Yo (Adri) invito a mi lector a buscar más información en Google sobre la amenaza del estereotipo (stereotype threat).

Creo que la ayuda que describo anteriormente ayudaría a cualquier persona (de una minoría o no) a crecer en su carrera. Dejé de lado los escenarios relacionados con los comentarios sobre el aspecto físico de una persona o el acoso sexual porque no sé cómo solucionarlos, solo decir: no lo haga nunca, y la gente tiende a estar de acuerdo en que deben realizarse acciones para sacarlos de la industria.

Los escenarios que enumero arriba son más sutiles, en cierto sentido más difíciles de arreglar. Estoy diciendo que le damos ese tipo de ayuda al grupo privilegiado de manera inconsciente, sin hacer ningún esfuerzo. El grupo privilegiado nunca sabrá lo que es operar lidiando con la amenaza del estereotipo. Estoy diciendo que se necesita trabajo para asegurarnos de que las minorías reciban la ayuda específica que necesitamos.

Hay un problema sistémico y no vamos a resolver a menos que hagamos un esfuerzo explícito, a menos que revisemos nuestros prejuicios y nuestros privilegios, consciente y constantemente. Los humanos sienten empatía y tienen una mejor comprensión y una mejor percepción de las personas que se parecen a ellos, las personas que tienen experiencias en común con ellos, las personas que hablan su mismo idioma. Allí mismo, la mayoría tiene una serie de ventajas que las personas subrepresentadas nunca podrán obtener, de ahí la necesidad de ayudar explícitamente a las minorías.

Nuestro prejuicio de confirmación y la amenaza del estereotipo son obstáculos que el grupo privilegiado nunca tendrá que enfrentar. La gente dice que el respeto se gana, la confianza se gana, pero la verdad es que damos nuestra confianza mucho más fácilmente a las personas que se parecen a nosotros, con las que podemos relacionarnos fácilmente, cuando “nos vemos a nosotros mismos más jóvenes en ellos”. Los otros, los que son nuevos en la tribu, son los que necesitan **demostrar **su valía. Es por eso que tenemos que ser proactivos al mostrar a la tribu que ellos también pertenecen.

Los invito a leer White Fragility con la mente abierta. Me enseñó que no podemos evitar ser racistas (extrapolo que no podemos evitar ser sexistas), y eso no significa que seamos malas personas. No significa que puedas arreglar el sexismo o el racismo, pero puedes disminuir su impacto en quienes te rodean. Significa que para equilibrar el poder en el sistema tenemos que hacer un esfuerzo activo. Tenemos que ayudar a las personas que el sistema ha reprimido durante años y años. “No portarse como un idiota” no es suficiente. La distancia es tan abismal, la injusticia ha existido durante tantos años, que incluso si cada persona que lee estas palabras se compromete a ayudar a las personas con desventajas históricas, el equilibrio aún no se alcanzará durante nuestras vidas y es imposible inclinarlo hacia el otro lado. (No existe la discriminación al revés)

Al final, todo lo que les pido es que comprueben : ¿Se están asegurando activamente de que todos realmente tengan una mano en la pelea o les están diciendo a algunos de ellos que pueden ganar en la mesa de póquer cuando todo lo que se les dio son cartas de Gran Banco?

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