Ya fuera tan suertudo...
Hace ya varios meses lei esto: Tontas e indefensas , donde don Leonardo Garnier cuenta que hay estudios que indican que los hombres prefieren a largo plazo una mujer subordinada, que puedan o tengan que cuidar, que ellos necesitan sentirse fuertes y poderosos, necesitados… que si la cosa es al revés si es una mujer inteligente, independiente, fuerte y quién sabe cuales otras cualidades parecidas… los asustan y los intimidan… uyuyui!
En aquel momento la verdad no le puse tanta atención al artículo. Con estas cosas tan subjetivas, el tema estaba medio delicado y yo dije: está vaina tiene que ser una cuestión de gustos. Así como hay quienes les gustan chaparritas o rubias o gorditas o flaquitas o con un gran rabo o todo lo contrario, habrá quienes en vez de buscarlas tontas e indefensas, las busque inteligentes y que se puedan defender, que me importa si son en menos cantidad… yo sólo ocuparía uno :P
Luego me di cuenta que la cosa de los porcentajes iba como en serio, ya no era cosa de don Leo Garnier escribiendo un artículo al rato para quedar bien con las mujeres que no les es tan fácil encontrar pareja. Eran mis compitas, compañeros de tragos, eran conversaciones de pasillo, el amigo de un amigo, el chisme del momento… lo cosa es que la conversa se repetía.
En algún momento por algún motivo alguien preguntaba “mae pero ¿que le ves a esa doña?”, “¿por qué querés tanto a tu novia?”, “¿cómo llevan tantos años juntos?” o alguna cosa así… y la respuesta fue tantas veces cosas como “porque ella me adora”, “porque me ve como un mae taaaaan carga”, “es que para ella el hecho de que yo sea X, yo haga Y, yo gane 5 pesos… me hace un partidazo”, “es que la familia de la güila se santigua en mí”.
Se los juro que no estoy estoy juzgando a nadie. No creo que estén diciendo algo malo per se porque lo estaban diciendo como la cosa más “cute” del planeta, estaban hablando de por qué aman a la mujer que aman y son sus convicciones, en eso creen y bueno si lo dicen de ahí les nacen sus sentimientos amorosos.
Pero ahí sí me senté y yo dije oh por Dios no… por favor no, si alguna vez le preguntan a alguien por qué tiene “algo conmigo” (por aquello de evitar etiquetas), prefiero que conteste “porque tiene unas tetonas!”. A que conteste que porque lo idolatro. Por lo menos las boobies son mías, resultado de alguna casualidad genética o sabrá Dios porqué, pero son parte mí, una característica mía.
Que no vayan a estar conmigo en función de lo que piense/quiera/me imagine/espere de ellos. Ojalá contesten cosas como: porqué somos compatibles en la forma de ver el mundo. Porque aparentemente nuestros planes de vida a futuro congenian. Porque me encanta pasar tiempo con esa greñuda y no me aburro y aparentemente así puede pasarse mucho tiempo…
Yo creo en el concepto de una pareja, que me vea como IGUAL, que estamos en el mismo barco, jalando para el mismo lado, no yo soy más esto o tengo más de lo otro, a final de cuentas todos tenemos cosas que nos suman y nos restan, la cosa es hacer un revueltijo que se lleve bien. No se trata de andar comparando, ni de intentar arreglar el mundo solito, para eso a final de cuentas se buscó la pareja. Uno sabe mejor que nadie como hacerse feliz, es mucho más complicado enfrascarse en hacer feliz a alguien más.
Y claramente no estoy diciendo que uno no va a necesitar a la pareja, y que lo apapachen y que le tiendan la mano. Hace unas semanas lloraba como nenita de 5 años porque me caí bailando y digamos que no me hubiera importado ser indefensa y tonta, siempre y cuando el que me cuidara estuviera consciente que algún día de estos le tocaría a él ser el indefenso y tonto y a mí la apapachadora…
¿Vieron que la cosa era complicada?
En fin que hoy viendo batman me acordé de todo esto… a batman le dicen que les gusta la nueva novia y gatubela contesta “ya fuera tan suertudo” y entonces me di cuenta de lo importante que es creersela uno, saber uno que es un igual, parte equivalente de una pareja, una persona completa.
Ya llevaba rato pensando en esa vara de los porcentajes, que si de verdad aparecería el bichillo que no quisiera echarse un pulso a ver quién la tiene más grande o que no fuera a “salir intimidado” y me di cuenta que no le había puesto tanta atención a la parte sobre la que tengo control. Hay que llegar a pensar “ya fuera tan suertudo”, ya fuera tan suertudo de querer ser debilito la mitad del tiempo, ya fuera tan suerto de querer meter el hombro la mitad del tiempo, ya fuera tan suertudo de oirme tocar ukulele :P, ya fuera tan suertudo de querer una pareja y no alguien que lo adore, ya fuera tan suertudo de lograr entender este enredo (que yo en esas estoy) …
Pero si yo no me creo ser esa parte entera… si no me creo que alguien alguna vez me va a creer este cuento y el que se lo crea se ganó la lotería… estoy jodida… si no voy a ser yo la voy a necesitar convencimiento de que soy algo muy bueno, soy yo la que va a necesitar que la idolatren, que la necesiten y que le refuercen esa idea hasta la eternidad.
Lo primero es convencerse de que uno es grande y poderoso… sin comparaciones ni compentencias… que ya aparecerá otro que se sabe grande y poderoso y sin el afán de probar más nada querrán ser grandes y poderosos juntos y suertudos por igual.